Aquí hay pelotas MOTOR

Le sobraron cuatro vueltas a Fernando Alonso para calzarse la tercera victoria de la temporada, la segunda consecutiva, y asestar así un potente golpe de autoridad en la mesa del Mundial de Fórmula 1. Otra vez elFerrari se quedó corto con los neumáticos blandos y a cuatro vueltas del final, Mark Webber sobrepasó al español para anotarse el triunfo en Silverstone. Sinsabor parcial para Alonso, pero muy positivo con vistas al futuro toda vez que continúa líder del Mundial y con más ventaja sobreVettel (29 puntos) y Hamilton (37), los primeros espadas de Red Bull y McLaren.

El Red Bull está de vuelta, pero el Ferrari no ha perdido el tiempoen la fábrica de Maranello. Las fuerzas se han igualado y los coches lucen parejos en el escaparate. Hay pelea por delante según se ha demostrado en Silverstone, donde se impuso Mark Webber y no Vettel, como hubiera querido la dirección de Red Bull.

Salió muy bien Fernando Alonso en una contundente puesta en escena según es la costumbre del Ferrari esta temporada. Dominó el español durante la mayor parte de la carrera sin pasar por mayor alteraciones que mantener un elevado ritmo y esperar a la última parada, donde le esperaban los neumáticos blandos. Entre medias protagonizó un hermoso duelo con Lewis Hamilton, dos pilotos con orgullo y madera que se negaron a aceptar el dictamen de las ruedas.

Menos bonitos fue lo que dijo Sergio Pérez de Maldonado, que volvió a protagonizar otro incidente. “Es un estúpido y tendrían que sancionarlo para que no vuelva a hacerlo”, comentó el mexicano sobre el venezolano.

Cuando llegó la parte final de la carrera, siempre con los Red Bull y los Ferrari como los más rápidos del día, Mark Webber consiguió mucha más velocidad en su coche que Fernando Alonso. Una diferencia de un segundo es media vida en la F-1. Cuando Webber se puso detrás de Alonso, el español sacó la calculadora. No quiso riesgos y pensó en los 18 puntos que tendría frente a los cero que supondría un choque con el australiano. Ganó el cálculo y el asturiano opuso una resistencia discreta.

Venció Webber en una demostración de que Red Bull ha evolucionado lo suficiente como para considerar que están otra vez en la órbita ganadora. El problema para ellos es que de momento no gana el que ellos quieren.